Siempre he asociado los tonos lilas y morados a momentos de serenidad, incluso algo de melancolía. Siempre he asociados algunos matices de estos colores a la tierra, a lo mundano pero firme.
Pero cuando tienen matices azulados me recuerda a las miles de flores que alcanzan esos tonos, a primavera y verano unidos.
Es así como este chal me hace sentir, una flor en medio de fríos páramos, luz entre nubes. Algun detallito más en Ravelry
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