Historia de medias y calcetines. ¿Haces tus propios calcetines?

Hace mucho tiempo que no escribía sobre aspectos históricos.
Estos días de vacaciones en los que una aprovecha para reordenar papeles y libros me reencontré con notas pendientes de la historia en el siglo veinte y en concreto algunos libros que traen información al respecto.
Como estamos en época de querer comenzar calcetines no hago más que pensar en ellos, a parte de la hexagonitis aguda a la que me someto.
Os escribo un extracto de una publicación del último cuarto del siglo veinte: " Manual de punto" de Burda.
Medias y calcetines están ligados al origen del punto como bien he relatado anteriormente. A comienzos de la Edad media los hombres llevaban leotardos de tela. Más adelante se separaron las medias del pantalón por practicidad. Se había perdido el uso de llevar medias de punto. A partir del siglo XIII se vuelven a encontrar datos sobre medias tricotadas, sobre todo en Italia y España. Evidentemente artículo de lujo reservado para los poderososos. Los caballeros gustaban de lucir sus medias de seda. Si hacía frío llevaban varios pares a la vez, protegienhdo las valiosas medias de seda con otras de batista o lino más cortas, cuyo borde a veces estaba decorado con una puntilla ancha. las damas poderosas reivindicaron este accesorio, le dieron importancia en el atuendo y pasaron a existir medias magnificamente adornadas. A pesar que los vestidos largos ocultaban sus piernas siempre había alguna ocasión para exhibirlas. En la época del rococó, cuando las faldas eran ligeramente más cortas- no rozaban el suelo- tuvieron una gran importancia. Josefina, esposa de Napoleón I, llegó a tener 150 pares de mjedias y se las cambiaba a diario.
Si nos acercamos al siglo XIX en el ajuar de las novias había un montón de medias y calcetines blancos tejidos a mano. Siempre había algun familiar que contribuía a ese tesoro, que previsiblemente era para toda una vida.
Más allá de lo que este libro cuenta podemos observar que durante el primer lustro del siglo veinte los calcetines hechos a mano seguían siendo una de las tareas familiares. Se tejían gruesos y finos. Todavía tejían hombres y mujeres todo y que fue relegándose a las féminas esta tarea.
Regalar calcetines de filigrana blancos a las niñas cuando hacían la comunión, leotardos y calcetines para bebés, prendas caladas o abrigas todavía era una opciópn de obsequio extendido en la última parte del siglo veinte.
A finales de los setenta aparecieron los calentadores: simples tubos tejidos en muestras lisas o de canalé que cubrían la parte inferior de la pierna.

Tal y como comenté en un post anterior, la aparición de maquinarias precisas y de fibras elásticas, la transformación y manipulación de algodones y lanas ha permitido desde la industria ofrecer un sinfin de modelos y grosores que han substituído la necesidad y el deseo de hacer los calcetines por uno mismo.
A pesar de ello, los países centroeuropeos y nórdicos junto con USA han vuelto a la vida esta práctica. En pleno siglo XXI existen infinidad de hilos de lana , lana con poliamida- que los hace muy duraderos, bambú, elástico... lo cual nos da la idea de que se está recuperando esta práctica.
Yo, sin ser adicta a hacer calcetines, hago alguno de vez en cuando. Los hago con lana especial para calcetines que tiene una torsión adecuada y es más fina. ¿Que encuentro de especial?
La adecuación a mi pie, hacer un elástico que no apriete, el colorido y forma que yo quiero...
La lana de calcetines se puede adquirir ya en España a través de algunas firmas. Podeis mirar en las paginas de tiendas que os he reseñado. Casi todas tienen lana de este tipo. La variedad es enorme.
Por otro lado la lana para calcetines es ideal para chales, bufandas, jerseys donde queremos que se destaque un bello punto o bien hacer una prenda más ligera o ajustada.
Podeis encontrar un montón de propuestas gratuitas en ravelry
Y vosotr@s, los que tejeis calcetines, ¿Que placer o virtud encontrais en ello?