Flores de otoño

Como flores de otoño siguen surgiendo de vuestros preciosos ovillos más hexágonos. Voy probando una a una las texturas, mirando los brillantes colores... es casi un ritual diario en el final de día.
Gracias Carmen , Marga, Victoria i Montse por permitirme disfrutar de toda esta belleza y tener un recuerdo palpable de vosotras.

Carmen, tus recién llegados ovillos vieron de nuevo la luz en mi casa. Uno cayó rodando al suelo, hacia el pasillo. Creo que quería ver donde iba a estar, conocer su nueva casa...Lo cogí y entendí que quería convertirse en hexágono. Así que fue el siguiente en subir a las agujas. Aquí está entre las últimas rosas del año, encaramado, pendiente de lo que pasará.
Marga tus lanas, todas fantásticas, me han sugerido convertirse en ovillitos de colores más aparejados. Con rayas ya son bonitas pero sus propias musas que vieron el diseño les dijeron que era mejor que cada ovillito tuviera el mismo color para que cada trazo de pintura fuera de forma hexagonal. Entre ellas hablaban y se susurraban cosas." Tu puede que vayas al cielo, tú, parte de una flor grande". "Pues yo voy a ser árbol, tengo verde de abeto". "Yo puede que sea lago". Así conversaron largo rato los ovillos. Ahora los más pequeños han pasado a ser hexágonos.

Victoria, una flor amatista entre pétalos de rosa... no sé si estarán juntos o separados. Pero són hermosos.
Montse, también has llenado de color éste jardín. Decirte que también hablaban tus ovillitos y rodaban sobre el papel del diseño como insinuando ser parte de acá o allá.