A inicios del siglo veinte el tricot ha llegado a todas las familias. Unas tejen por necesidad bien para realizar la propia ropa y ajuar, otras para completar los pequeños sueldos de las familias haciendo prendas para terceros.
Las publicaciones sobre prendas se multiplican y la moda empìeza a entrar en los diferentes diseños.
Se tricota mayoritariamente con lana: sueters, calcetines, gorros , chaquetas, guantes... para niños y adultos. En Europa- Inglaterra, paises nórdicos, germánicos- se adoptan diferentes estilos a los que dedicaremos un capítulo aparte.
La ropa de niños y adultos incrementa enormemente en colorido y variación.
La primera y la segunda guerra mundial hizo que las mujeres y también hormbres tejieran pequeñas prendas de abrigo para los soldados del frente. Hubo campañas desde el gobierno en América( USA), Europa, Japón para que se hiciera esta labor de manera altruista, aunque también fue una fuente de ingresos. Gorros, pasamontañas, guantes , bufandas fueron tejidos a miles.
La fibra era obtenida en crudo y en muchas casas se cardaba , hilaba , teñía y tejía lo que se necesitaba. La lana tejida era muchas veces reciclada y formaba parte de otras prendas. En parte así fueron surgiendo algunos tejidos tweed.
El algodón se usaba más para ganchillo y prendas para bebé. Guantes , ornamentos de la ropa como cuellos y puntos, ropa interior, camisones, mantitas y un largo etcétera fue incrementando las posibilidades de creación con esta fibra.
Fibras exquisitas de de lujo como el cachemir, la lana de camello o la angora tuvieron su presencia en las familias burguesas .
Se aprendía en casa y también en la escuela. Salas de espera, peluquerías, parques... mostraban a menudo imágenes de personas tricotando juntas. Era una labor compartida socialmente, inherente al ocio y a la supervivencia.
Conforme avanzaban las décadas la industrialización convirtió la fibra en algo más asequible. El proceso se simplificaba y los precios de abarataban.
No obstante hasta bien pasados los años cincuenta fue increméntandose la creatividad y la variación: Caminos de mesa, tapetes ( doilies), chales, cortinas, colchas, mantas , prendas de ropa segun la moda, bolsos... Empezaba a convertirse más en un placer creativo que en una necesidad.
Las fibras mayoritariamente lisas o tweed permitían muchas combinaciones.
Por otro lado el hilado industrial permitía fibras muy uniformes y más tensadas. Empezaron algunos tratamientos en la lana que la hacían más resistente. Eso también hizo que se pudieran tejer prendas de vestir más finas.
La industria también creó el tejido de punto . A principio de siglo se usaba este tejido para la ropa interior pero una gran modista- Chanel- consiguíó hacer diseños de vestidos después de la segunda guerra mundial que la burguesía de los años veiente llevó con orgullo. El punto era moda con mayúsculas. Su caída y flexibilidad diferente de los otros tejidos permitía nuevos diseños.
Los famosos twin sets de chaqueta y jersey se hicieron una prenda práctica entre los años trenta y cincuenta. Se hacían a mano y también industriales.
Las publicaciones sobre prendas se multiplican y la moda empìeza a entrar en los diferentes diseños.
Se tricota mayoritariamente con lana: sueters, calcetines, gorros , chaquetas, guantes... para niños y adultos. En Europa- Inglaterra, paises nórdicos, germánicos- se adoptan diferentes estilos a los que dedicaremos un capítulo aparte.
La ropa de niños y adultos incrementa enormemente en colorido y variación.
La primera y la segunda guerra mundial hizo que las mujeres y también hormbres tejieran pequeñas prendas de abrigo para los soldados del frente. Hubo campañas desde el gobierno en América( USA), Europa, Japón para que se hiciera esta labor de manera altruista, aunque también fue una fuente de ingresos. Gorros, pasamontañas, guantes , bufandas fueron tejidos a miles.
La fibra era obtenida en crudo y en muchas casas se cardaba , hilaba , teñía y tejía lo que se necesitaba. La lana tejida era muchas veces reciclada y formaba parte de otras prendas. En parte así fueron surgiendo algunos tejidos tweed.
El algodón se usaba más para ganchillo y prendas para bebé. Guantes , ornamentos de la ropa como cuellos y puntos, ropa interior, camisones, mantitas y un largo etcétera fue incrementando las posibilidades de creación con esta fibra.
Fibras exquisitas de de lujo como el cachemir, la lana de camello o la angora tuvieron su presencia en las familias burguesas .
Se aprendía en casa y también en la escuela. Salas de espera, peluquerías, parques... mostraban a menudo imágenes de personas tricotando juntas. Era una labor compartida socialmente, inherente al ocio y a la supervivencia.
Conforme avanzaban las décadas la industrialización convirtió la fibra en algo más asequible. El proceso se simplificaba y los precios de abarataban.
No obstante hasta bien pasados los años cincuenta fue increméntandose la creatividad y la variación: Caminos de mesa, tapetes ( doilies), chales, cortinas, colchas, mantas , prendas de ropa segun la moda, bolsos... Empezaba a convertirse más en un placer creativo que en una necesidad.
Las fibras mayoritariamente lisas o tweed permitían muchas combinaciones.
Por otro lado el hilado industrial permitía fibras muy uniformes y más tensadas. Empezaron algunos tratamientos en la lana que la hacían más resistente. Eso también hizo que se pudieran tejer prendas de vestir más finas.
La industria también creó el tejido de punto . A principio de siglo se usaba este tejido para la ropa interior pero una gran modista- Chanel- consiguíó hacer diseños de vestidos después de la segunda guerra mundial que la burguesía de los años veiente llevó con orgullo. El punto era moda con mayúsculas. Su caída y flexibilidad diferente de los otros tejidos permitía nuevos diseños.
Los famosos twin sets de chaqueta y jersey se hicieron una prenda práctica entre los años trenta y cincuenta. Se hacían a mano y también industriales.
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