Llega Pascua

Y con la Pascua días festivos.
Aquí, en Olesa de Montserrat hacen una buena parte de los habitantes de la ciudad la representación de los últimos días de Jesucristo en el teatro. Amor de madre y orgullo materno me hacen escribir que el muchachote de la entrada anterior canta a capella -hace de ángel, todo y que no lo es-. Ello todavía sucede porqué la voz no le ha cambiado todavía.
Orgullos a parte, son días festivos, para estar con la familia.
El domingo o lunes de Pascua el padrino lleva una mona al hogar de la familia apadrinada. En nuestro caso nuestro padrino ya no está con nosotros y somos nosotros los que hacemos de padrinos en casa de los abuelos.
Nuestra mona está hecha de bizcocho, cubierta con mantequilla, huevos de chocolate, plumas...
Antes la hacíamos en casa, pero actualmente cocino menos y mis hijos no están tan decididos a compartir la preparación- que es lo que nos hacía disfrutar-, así que la compramos.
Aquí teneís muestra de algunas monas, para los que nunca hayan visto una.