Beyond twelve: dos más para el otoño

Dos chales más acabados uno trás otro.
 El primero, el más fino está hecho con seda y un merino muy fino, el segundo dobla el grosor.
El más fino me lo inspiró de nuevo las sombras de las flores a través de las verjas de los jardines pero con matices otoñales, como si se tratara de un atardecer por jardines victorianos donde el sol ilumina con fuerza las flores casi secas, apurando la fuerza de sus rayos.

Dedicado a este chal:
Quieres aparentar una hermosura bañándote en el oro de los soles que precedieron horas anteriores.

Ahora, las brumas, las sombras más grises ocupan un espacio antes no visto.
Pero te unes a las luces intensas de los soles ,casi durmientes, que con sus rayos sesgados te ofrecen las infinitas líneas de dorado bordeando los pétalos.
Y así sigues brillando entre la seda.






















El más grande me lo inspiró la fuerza de la tierra en otoño que recoge los colores y los funde  consigo misma para devolverlos en la primavera. "Por tierras tranquilas" lo he llamado y está basado en un diseño de Alla Molchanova. Recuerda los colores que va tomando la viña mientras todo se seca. La tierra y los colores como mantos.

Dedicado a este chal:

El otoño convierte las tierras en mansos caminos  donde los verdes se tranquilizan saludando a los marrones cobrizos y a los ocres amarillentos.
El otoño convierte la tierra en un manto tranquilo de brillos inesperados a causa de los rayos de sol que juegan traviesos en las tardes de octubre.
La tierra se vuelve entre cálida y fría según las horas y las sombras de las tardes más breves.
A veces ,corren vientos rápidos y fríos. La tierra se vuelve un manto gélido y el viento sopla helado.
De las tierras tranquilas saqué mi manto, que se posa en mis hombros protegiéndome de todos estos cambios.