Eránse una vez centenares de hexágonos...

...que esperaron en sus bolsas a ser aparejados en una manta grande de matrimonio. Durante meses la tejedora les aseguró que les faltaba un cielo adecuado para hacer un paisaje. Ellos se resignaron en sus bolsas con sus hermanos del mismo color. Los meses pasaron hasta que un día otra bolsa con tonos de cielo fue creciendo , entonces, al cabo de unas semanas más volvieron a salir de sus bolsas y, pasando de mano a mano de su tejedora vieron la luz de nuevo. Vieron que tenían una mesa especial para tenderse, como el que toma el sol en la playa, se alegraron, pensaron que rápidamente estarían todos juntos completando su destino.
En diferentes días de diferentes semanas se ubicaron en las diferentes partes del puzle, pero en días posteriores iban cambiando de posición.
Inquietos , le preguntaron a su tejedora si algún día los cosería en su lugar fijo. Ella les respondió:
- No tengo mucho tiempo para estar con vosotros y , aunque todos sois preciosos, teneis que estar en el lugar donde aporteis lo mejor de vosotros, vuestro mejor color y sombra, vuestro bordado más adecuado. Puedo estar poco para colocaros por el tiempo que tengo y  además mi espalda se cansa. Pero poco a poco lo conseguiremos.
- Pero tu nos dijiste que en dos años seríamos una manta!!
-Ay, yo conté con que sería más rápido uniros a todos, todos habeis sido creados en menos de dos años, pero, yo, que hace muchíiiiiiisimos años que fui creada, voy un poco lenta para según que cosas.
Los hexágonos tenían pena de no saberse colocar ellos mismos dónde quería su tejedora. Pero siguieron pacientes para llegar a su destino final